Evitar el spam aplicando filtros y otras sencillas medidas
Desde los albores de Internet el spam es una lacra que ha inundado sistemáticamente nuestros dispositivos electrónicos. Para nuestra desgracia no es algo que tenga pinta de desaparecer dentro de poco, no. Al igual que ocurre con los virus, que también tienen mucho que ver, debemos mantener el correo basura controlado.
El término spam ha pasado de ser conocido en los inicios de la Segunda Guerra Mundial como una marca de fiambre enlatado, a ser uno de los males que no podemos evitar. Cualquier persona con acceso a Internet está expuesto a convertirse en destinatario de spam. Puede llegarnos en su vertiente más conocida de correo publicitario y, en absoluto, deseado. Proliferan también los correos de phishing para intentar sacarnos los cuartos. Aunque también recibimos spamque contiene «bonitos» regalos en forma de virus bajo la apariencia perfectamente inocente de un enlace o adjunto. Por suerte, nuestros técnicos tratan, como siempre de dar asesoramiento informático para poder lidiar con cualquier tipo de pugna tecnológica, y en este tema no vamos a ser menos. Así que te animamos a seguir leyendo para librarte del dichoso spam. ¡Vamos allá!
No existir para el spam
En primer lugar, la mejor manera de librarnos del correo basura es que éste “no sepa que existimos”.
Jesús Trujillo (Director y asesor técnico en Nebrimática)
La mayor parte del spam proviene de sitios, no personas, a los que les hemos facilitado nuestro correo electrónico. Por lo general solemos compartirlo en foros, listas de distribución o páginas web que requieran nuestro registro como método de acceso. Sabiendo esto, lo mejor es que tengamos una cuenta de correo electrónico de uso exclusivo para apuntarnos en esos espacios online. Se nos llenará rápidamente de spam pero nos resultará más fácil eliminarlo. Y así también podremos reservar nuestro e-mail personal o de trabajo para las comunicaciones que vayamos a tener con personas físicas. De esta manera tendremos un correo al que rara vez tendremos que acceder (salvo quizás para recordar una contraseña que se nos haya olvidado). Esta es una buena forma de poder ignorar por completo la miríada de correos basura que aparecen y no nos interesan.
Distintas cuentas de correo
Para aquellas páginas que, en principio, son completamente seguras, como webs gubernamentales, compañías eléctricas o de telefonía, etc., podemos, o bien tener otro correo extra exclusivo, o bien utilizar nuestro correo privado como excepción. En el primer caso, recomendamos usar un gestor de correo para que nos resulte más sencillo lidiar cómodamente con varias cuentas de correo a la vez (con ese enlace accedes directamente a un estupendo artículo con los pasos para configurarlo). Y en el segundo, tendremos que hacer uso de filtros de spam para evitar los ciberriesgos derivados del correo basura.
Reglas antispam
Para casos de spam un tanto más manejable, podemos tratar de lidiar con la situación añadiendo reglas antispam a nuestro gestor de correo electrónico. No tienen la misma eficiencia que los filtros comerciales, pero si únicamente recibimos una decena de correos basura a la semana, este método puede ser bastante eficaz. Dependiendo del programa de correo que usemos, puedes encontrar estas reglas, en un sitio u otro, aunque lo más probable es que puedas acceder desde el menú Archivo o el menú Herramientas. Si no disponemos de gestor y estamos usando por ejemplo Gmail, las puedes activar y desactivar desde la Configuración/ Filtros.
Una vez dentro del administrador de reglas o filtros, bastará con ir añadiendo reglas para evitar el correo no deseado. Podemos ir seleccionando por niveles, de mayor a menor, para tener una mayor eficiencia a la hora de tratar este tipo de correos. Por ejemplo, si recibimos mucho correo basura de un dominio concreto (puedes verlo en el nombre del correo, la parte que va después de la arroba, podemos crear una regla que redirija todos los correos que provengan de ese dominio, sea cual sea el remitente, a la papelera. Si es únicamente un remitente el que nos esté bombardeando, bastará con añadir ese remitente a dicha regla.
¿Correo basura? ¿Seguro?
Por supuesto, cuanto mayor sea el espectro que pueden abarcar las reglas, menor será el número de correo basura que se nos puedan escurrir entre los dedos. Aunque atención, ¡también será mayor el número de correos legítimos que puedan caer presa de estas reglas sin pretenderlo! En este sentido, puede que también sigas recibiendo correos que en un momento de tu vida te interesaban, (por ejemplo, sobre embarazo) y que ahora ya los descartes como correo basura. Si estás dado de alta en newsletters o listas que ya han perdido tu interés, recuerda que te puedes dar de baja. Para ello, tan sólo debes abrir el enlace “darme de baja” o similar, que todos los correos de difusión masiva, deben incluir (normalmente aparece en el pie del propio correo).
Especificando reglas genéricas para eliminar correos con asuntos tales como «sexo», «medicina» o «dinero» puede evitarnos una gran cantidad de correo no deseado. Sin embargo, si aplicamos estas mismas reglas al cuerpo del mensaje, podemos hacer que se bloqueen correos de nuestros clientes o conocidos. En algún caso, puede que estén pidiendo, por ejemplo, que responsamos al correo especificando el «sexo» de la persona a la que queremos dar de alta en un servicio.
Sin perder el tiempo
Es por esto que, para correos privados o con poco volumen de spam, el uso de reglas pueda bastar. En correos del ámbito laboral, el uso de filtros de correo profesionales se antoja una necesidad básica. Si estamos más tiempo ocupados tratando de discernir si el correo que hemos recibido puede contener o no phishing o borrando basura de nuestra bandeja de entrada, el tiempo eficiente de trabajo se verá tremendamente disminuido.
Listas negras, y blancas, también
Estos filtros de correo funcionan con reglas y también con listas negras y listas blancas de correos y dominios basados en los millones de correos que reciben al día todos sus clientes. Cuando se identifica un correo como spam que no había sido previamente detectado en varias personas, automáticamente se incluye en una lista negra de correos para que sean bloqueados en el resto de dispositivos que hacen uso del filtro. En esta tecnología intervienen avanzadas heurísticas de inteligencia artificial para detectar de manera proactiva todo tipo de correos indeseados y con virus. Y la tasa de acierto, es extremadamente alta.
Una vez visto cómo funciona la ciberseguridad con reglas y filtros, ya solo queda averiguar cuál es el más apropiado para tu caso particular y no tener que gastar más de lo imprescindible. Recuerda que podemos ayudarte con nuestro servicio de consultoría tecnológica personalizada. ¡Nos planteas tus inquietudes, y te asesoramos! Ahorra dinero, ahorra tiempo y sobre todo… ¡ahórrate basura en tu correo!
¿Hablamos?