¿Actualizo mi ordenador o compro uno?
Si te ves en esta tesitura, este artículo te puede ayudar a tomar una buena decisión. En breve retomamos el tema del ordenador, pero antes vamos a recordar una cita de el siempre sabio Miguel de Unamuno:
“El progreso consiste en renovarse”.
Miguel de Unamuno
Nos advirtió hace tiempo, pero es de esas frases célebres que ha quedado guardada en nuestro acervo cultural como “renovarse o morir”. Tiene unas connotaciones que resuenan especialmente en nuestra sociedad consumista actual. Y esto, es aún más evidente en el ámbito de la informática y la tecnología. Obsolescencias programadas aparte, lo que era un ordenador o móvil último modelo hace unos pocos años se queda prontamente desfasado ante los imparables avances tecnológicos. No parecen tener fin, ¿verdad?
Sucumbir, o no
¿Qué hacemos entonces? ¿Sucumbimos al mercado y compramos un nuevo PC, más acorde con los tiempos actuales? ¿O intentamos darle una nueva vida a nuestro viejo (es un decir) aparato, a fin de que aguante un tiempo más?
Pues bien, como casi siempre, ambas respuestas pueden ser acertadas dependiendo de las circunstancias que las rodean. En algunos casos, no quedará otra que comprar un nuevo aparato. Mientras que, en otros, mejorarlo nos vendrá de maravilla, y nos podremos ahorrar una buena cantidad de dinero. Veamos más en profundidad cómo obrar en cada caso.
En primer lugar, LA PREGUNTA. En mayúsculas. Cada vez que un cliente nos consulta sobre la opción de comprar un nuevo ordenador,
nosotros le formulamos otra cuestión. Y es que, como veremos a continuación, resulta fundamental para prever si, en un futuro próximo, tenemos que actualizar o volver a comprar un equipo. Y esta pregunta es: ¿para qué lo necesitas?
Lo mejor para uno es relativo para otro
Por mucho que la insistente publicidad nos atosigue y nos persuada para apostar por un nuevo equipo último modelo, debemos plantearnos que puede que sea un malgasto impresionante e innecesario. Imagina, por ejemplo, que elegimos un ordenador con la tarjeta (¡o tarjetas!) gráfica más potente del mercado, con una cantidad apabullante de memoria y el disco SSD con más capacidad… y sin embargo, usamos el ordenador para trabajar Excel y ver videos en YouTube en la nube. Del mismo modo, sería también una mala decisión adquirir un PC de gama media o baja si somos unos gamers irredentos o diseñadores gráficos que necesitan una potencia enorme para trabajar con imágenes raw de gran tamaño o videos en alta resolución. Más que nada, porque a no mucho tardar, necesitaremos actualizarlo o comprar uno nuevo directamente. En relación con este último planteamiento, si en su momento hicimos una mala compra adquiriendo un ordenador por debajo de nuestros requerimientos, y se nos ha quedado desactualizado muy rápidamente, es muy posible que no nos sirva de mucho tratar de actualizarlo. Eso le dará algo más de tiempo de vida, aunque seguramente no demasiado.
Los cuellos de botella en el ordenador
Al fin y al cabo, los diferentes elementos que componen el ordenador conforman cuellos de botella entre ellos si no se encuentran «a la par». ¿Qué quiere decir esto? Hasta ahora podías intuir más o menos lo que hemos comentado, pero presta atención porque aquí está la clave que quizás desconozcas si no tienes un perfil técnico:
Posiblemente, podamos aumentar la RAM o comprar un disco duro SSD que sustituya al SATA que tenemos, y tirar así durante una temporada, pero existe un límite. Es decir, llega un punto en el que ya no es posible actualizar el ordenador con algunos componentes sin tener que renovar la placa base y el micro, por ejemplo. Y llegados a ese punto, casi sea mejor comprar un ordenador nuevo, pensado, además, para cubrir nuestras necesidades reales.
El problema de un “alta gama”
Si nos dejamos influir por un “buen vendedor (a corto plazo)” y compramos un equipo muy por encima de lo que necesitábamos, el tema se complica cuando toca actualizar. Si un ordenador, considerado hace unos años, de gama alta ya apenas nos sirve, es síntoma indudable de que debemos cambiarlo. Como en el caso anterior, seguramente se podrá mejorar. Aunque si ya habíamos alcanzado un punto álgido entre los componentes, pero ahora ya no rinden al nivel que precisamos, es probable que resulte más económico comprar un PC nuevo que tratar de actualizar el que tenemos. Ya imaginas por qué, ¿verdad? Pues, porque tendremos que actualizar prácticamente todos sus componentes.
La actualización sensata paso a paso
De haber estado bien asesorado y guiado en su momento para disponer de un equipo adecuado a nuestros requerimientos, tanto laborales como lúdicos, la cuestión mejora. En este caso, es más sencillo notar un aumento considerable de las prestaciones del equipo actualizando sus elementos uno a uno. Lo óptimo es preocuparse por ir manteniendo los elementos más caros, como el micro o la placa, en standby. Veamos algunas recomendaciones más de nuestros técnicos para actualizar paso a paso.
– El disco duro
En primer lugar, si tenemos un disco duro mecánico, una de las mejoras más oportunas será sustituirlo por un SSD. También podemos optar por añadir uno nuevo al disco antiguo. De este modo, el mecánico lo usaremos para almacenamiento de datos, y el SSD para tener instalado el sistema operativo y los programas.
Con esta sugerencia, la mejoría en velocidad será inmediata. Notaremos cómo programas que antes tardaban eones en arrancar ahora apenas tardan uno o dos segundos.
– La memoria RAM
Este sería el siguiente elemento que renovar. Aunque en los últimos años se han encarecido bastante, sigue siendo uno de los elementos que se pueden actualizar con mayor facilidad en el PC. Además, incrementa bastante su capacidad, y en muchos casos, sin necesidad de eliminar la memoria instalada anteriormente. En función de la compatibilidad de las memorias y del espacio disponible para insertarlas, podemos añadir más.
– La tarjeta gráfica
Si es antigua, es probable que la tarjeta gráfica de tu ordenador esté integrada en la placa. Entonces, te recomendamos elegir un modelo nuevo “dedicada”. Estas son mucho más potentes.
– La placa y/ o el micro
En el caso de plantearnos cambiar de placa o de micro, será más que probable que tengamos que ir pensando en jubilar nuestro viejo ordenador. Pensemos que nos habrá dado una funcionalidad estupenda durante un largo periodo de tiempo, y que ahora toca comprar un equipo nuevo. Por supuesto, antes de lanzarte a por un modelo, debes tener en mente LA PREGUNTA que ya conoces: «¿para qué lo voy a usar?».
La mejor forma de ahorrar
Hasta aquí hemos visto las pautas básicas para conseguir un buen ahorro económico y de tiempo, a la hora de decidir si es mejor comprar un PC nuevo o aprovechar parte de los dispositivos que tenemos. La opción de reciclar tecnología adquiriendo únicamente lo mínimo para seguir teniendo la eficiencia máxima en nuestro equipo será el mejor de los planteamientos. Pero, por supuesto, cada circunstancia es única y existen multitud de elementos que pueden hacer decantar la balanza por una u otra opción. º
Ahora, ¿sabrías qué hacer?
Nuestro equipo de consultoría tecnológica puede indagar en más detalles que faciliten tu decisión. De hecho, este es uno de los servicios de asesoramiento puntual más demandado.
Lo mejor de todo es que trabajamos de forma particular en cada caso, para que nuestros clientes obtengan el máximo ahorro y eficiencia. Así que, si crees que ya no consigues el rendimiento preciso con tu ordenador y te han quedado dudas tras esta lectura, permítenos que te ayudemos. Te facilitaremos los pros y los contras para que tomes la mejor decisión.
Estamos seguros de que el primer paso ya lo has dado. ¿A qué has ido pensando sobre para qué necesitas un ordenador?